Una lasaña diferente, muy sencilla de preparar y que se puede tener lista con antelación. En esta ocasión preparé un relleno poco convencional y el resultado fue delicioso. Si en casa no gustan mucho las espinacas (también se pueden utilizar acelgas, incluso brócoli) pensad en preparar esta receta a la que seguro no os podrán decir que no.
Hace algún tiempo una empresa llamada Saboores me envió unas muestras de productos que comercializan. Se dedican a la venta directa por internet de alimentos destacados de las tierras de Aragón. Yo utilicé uno de sus patés (de cerdo al Jurançon) para darle un nivel superior de sabor al plato y sin duda no defraudó. Si os interesa visitar su página podéis clicar aquí.
Ingredientes:
planchas de lasaña precocida
2 cebollas
4 pechugas de pavo
paté de cerdo al jurançon Tierra Mudéjar
espinacas frescas
media taza de tomate frito casero
bechamel
queso rallado
Receta:
Trocear la cebolla en juliana fina y pocharla en una sartén con una cucharada de aceite hasta que esté cocinada. Añadir las espinacas y cocinar unos minutos hasta que reduzcan su volumen. Salpimentar y reservar.
En otra sartén salteamos las pechugas de pavo (a dados, a tiras, picadas, como os guste) y cuando estén hechas añadimos el tomate y el paté.
Montamos la lasaña disponiendo en el fondo de una fuente apta para el horno unas planchas de lasaña precocida (si fueran planchas de lasaña normales, deberíamos hervirlas primero, escurrirlas sobre un paño y proceder de la misma manera que sigue). Colocamos encima la mezcla de espinacas y cebolla. Otra capa de planchas de lasaña y la mezcla de carne. Cubrimos de nuevo con láminas de lasaña, bechamel y queso rallado.
Horneamos unos 30 minutos y servimos.
Buen provecho y ¡¡hasta la próxima!!
